Me he sentido pisada, atacada, machacada, tocada y hundida. Por un momento sentí que el mundo se me venía encima, que me iba a aplastar y que así acabaría con todo el sufrimiento.
Quizás nunca nadie me pueda llegar a entender, por qué me sigue doliendo lo que pasó después de tantos meses. Después de la muerte de mi abuelo, creo que ha sido lo peor que me ha pasado en la vida, de hecho podría llegar a decir que en esa situación lo he llegado a pasar peor. Ha sido peor que todos mis complejos, peor que el olvido de un amigo, peor que todo.
No os imagináis, lo que te puede llegar a doler esa persona te trate como la mierda. Mis ojos no pueden evitar ponerse llorosos cuando recuerdan aquel día 26. Ese día todo se lo llevó, mi vida, mis ilusiones, mi felicidad, acabó con absolutamente todo.
Juro que no he sentido dolor más grande que ese, un dolor que te va matando poco a poco, que te quita las ganas de vivir. Perdí la cuenta de las veces que mordía mi almohada de la rabia que tenia dentro, de las veces que habré llorado porque te echaba de menos, porque sabia que los días iban a pasar y no te iba a ver, que no ibas a estar conmigo. Y ¿sabes qué es lo peor? Que ese dolor solo lo podías calmar tú.
Pensé que nunca mas te volvería a ver, que todo había acabado, tanto como nuestro 'nosotros' como el dolor que me causaron tus palabras. Me daba pena pensar que no iba a volver a abrazarte, que incluso no seríamos ni amigos. Que ilusa, una parte de mí sabia que no te rendirías, que lo ibas a volver a intentar.
Sé que mi orgullo me puede, que a veces me domina y que me puede mi razón, pero después de lo que pasé me juré que no iba a dejar que nadie me vuelva a hundir. Me cuesta confiar porque no quiero volver a pasar por lo mismo, no quiero cerrar los ojos y seguir caminando a ciegas porque no voy a permitir volver a estamparme, mis miedo me pueden.
Pero, a pesar de mis miedos y de todo, me he vuelto a ilusionar. He vuelto a sentir esas mariposas que a veces me han ahogado. Para mí, han vuelto los momentos de antes, vuelvo a echarte de menos aunque nos acabemos de ver. Sigo teniendo las mismas ganas de luchar porque sé que es algo que merece la pena. Vuelvo a mirarte y sonreír, a sentir esos abrazos que tanto he anhelado, la risa tonta en la cara que se me pone cuando pienso en ti. He vuelto a llorar de felicidad, he vuelto a ser feliz.
PD: Te quiero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario